¿Sabías que hay un estrés positivo y otro que afecta negativamente nuestra salud? El primero se denomina eustrés y el segundo, distrés.
Mientras no se sobrepase el umbral, un poco de estrés es bueno para el día a día ya que muchas veces nos ayuda a afrontar los problemas con energía y creatividad, lo cual mejora nuestra autoestima. De alguna manera, necesitamos de él para mantenernos motivados y afrontar la vida con entusiasmo. Un ejemplo de ello es cuando nos encontramos en algún nuevo proyecto.
Sin embargo una misma situación pueda causar buen estrés a una persona y distrés a otra porque una misma realidad puede ser vista como una oportunidad de aprendizaje o bien como un dilema. El desafío será encontrar una línea intermedia entre ambos tipos de estrés.
Lamentablemente nuestra sociedad ha normalizado el distrés. Tanto es así que un elevado porcentaje de varias enfermedades que padecemos son producidas o agravadas por esta dolencia. Si bien un poco de estrés es bueno, mantenerlo en el tiempo deriva en malestar y puede acarrear problemas de salud más graves. Por eso, ante la aparición de cualquier síntoma que pudiera estar relacionado con esta afección, no dudes en consultar a tu profesional de confianza.
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